Tal como nos
narra la mitología Greco-Romana, el temor de esta deidad por que sus hijos se
levanten en su contra, lo motiva a decidir comerlos en cuanto nacen del vientre
de su hermana Rea quien a la vez es su esposa, sólo su sexto hijo sobrevive por
la astucia de Rea, al entregarle a su recién alumbrado Zeus a su madre (la
madre tierra) y dándole a Cronos una piedra para que la comiera en lugar del
nuevo hijo.
Al crecer Zeus
pide ser el copero de su padre y le da una sustancia que hace le vomitar la
piedra y sus cinco hermanos, llevándolos a una guerra de titanes donde Zeus
pasa a ser el dios supremo de la mitología.
Esta mitología
cargada de grandes héroes y villanos, tal parece que se ha traído a la
actualidad, cuando vemos que modelos políticos que han resurgido como el ave
fénix de entre las cenizas, han gobernado nuestros pueblos y los han llevado
nuevamente a crisis internas y externas que denotan un mal manejo de los
intereses particulares del gobernante.
Enfatizarse
con aplicar modelos políticos que han venido fracasando, da como resultado
final que estos pueblos dominados por gobiernos erróneos, más temprano que
tarde abran sus ojos y se revelen contra el opresor o en su defecto por el mal
administrador o despilfarrador llevándolos a dimitir de forma forzosa de su
mandato.
En
Latinoamérica, el Presidente Ecuatoriano Rafael Correa afirma que el socialismo
del siglo XXI en su país tiene características propias y no pretende estatizar
totalmente los medios de producción, pero sí darle al estado un rol
protagónico, considerando que el capital debe estar al servicio del ser humano
y no al revés, y que el mercado debe ser gobernado para que éste no nos
gobierne como pueblo.
Igualmente,
Evo Morales, presidente de Bolivia ha manifestado públicamente su
intencionalidad de construir el Socialismo del siglo XXI, a través de una
revolución cultural anticolonial en la coexista la democracia representativa
con las formas comunales e indígena de democracia, aceptando la propiedad
privada pero controlándola al implementar programas sociales.
No se puede
dejar de mencionar a Venezuela, quien desde el año 2005 en el V Foro Social
Mundial el presidente de la época Hugo Chávez (hoy fallecido) lo menciona en su
discurso haciendo referencia, que está basado en las ideologías de Karl Marx
sobre la dinámica social y la lucha de clases.
Este concepto
revolucionario ha venido trastocando los linderos de la democracia; una
democracia que ha estado sufriendo grandes embates producto de un gobierno
macado por altos índices de corrupción en todos sus niveles conceptuales,
corrupción que ha sumergido a Venezuela en una crisis progresiva, que ha
llegado a sus máximos niveles de tolerancia.
La crisis
venezolana no sólo está planteada a nivel económico, va mucho más allá, se ha
concebido en crisis de carácter social y de convivencia ciudadana, un país
polarizado, dividido, fragmentado en dos bandos, (oficialismo y oposición)
donde el SATURNO representado por el gobierno se come a sus hijos representado
por el pueblo, negando la posibilidad de crecer en un ambiente sano y
condenándolo a morir en su interior hasta ser rescatado.
Para salir de
esta ignominia hay que empezar por quién regula al poder, representado en
Venezuela por la Asamblea Nacional, si existen personajes que no hagan solo lo
que desea el Poder Ejecutivo, sino que lo controlen y hagan prevalecer la
Constitución y las Leyes, podremos ver un cambio en la conducción del País, un
cambio de discurso y de acciones de quien dirige las arcas de la República.
Pluralizar la
Asamblea Nacional, cobra mayor fuerza en virtud de la necesidad de reimpulsar
un nuevo sistema de gobierno, sin que ello sea considerado un cambio de
gobernante de forma inmediata. Hay que entender que el cambiar los Representantes
de la Asamblea Nacional, no conlleva al Cambio del Presidente de la República,
pero sí a la forma que éste lo gobierna, generando mayor seguridad jurídica.
La revolución
bolivariana, como Saturno se ha venido comiendo a sus hijos, sus mentores y
fundadores, el pueblo ya no cree que éste sea el mejor modelo para Venezuela,
viendo que ha venido fracasando no sólo en otros países, sino en el nuestro, ha
generado hambre, más pobreza y menos poder adquisitivo para el ciudadano de a
pie, donde la inflación cualquiera que sea su porcentaje, cada día se siente
mayor en la calle.
No es hora de
recordar a un líder fallecido, es hora de abrir los ojos y de ver la necesidad
diaria, de revivir las carencias y la decadencia en la prestación de bienes y
servicios fundamentales y de dominio exclusivo del Gobierno, que han venido en retroceso,
producto de una mala administración de los recursos.
Venezuela se
ha convertido en un país importador de todo, y ha perdido su majestad de
exportador, circunscribiéndonos únicamente a la mediana exportación del
petróleo, dejando a un lado la agricultura y la ganadería para sobrevivir solo
de la renta petrolera, cuyo recurso más temprano que tarde se agotará.
Es hora de
actuar, no de desespero, hay que participar para que el pueblo con la astucia
de Rea y la valentía de Zeus retome el poder y vuelva a gobernar y ser
gobernado por quien realmente lo haga con esmero.
Ramón E. Roubier C.
Abogado
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Blog:
abogadoramonroubier.blogspot.com
Twitter: @AbgRamonRoubier
10/11/2015
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