La Justicia de Dios Prevalece Sobre la Injusticia Humana

La Justicia de Dios Prevalece Sobre la Injusticia Humana

Dios da al Justo los frutos de su Justicia

martes, 10 de noviembre de 2015

SATURNO (CRONOS) DEBORA A SUS HIJOS.

Tal como nos narra la mitología Greco-Romana, el temor de esta deidad por que sus hijos se levanten en su contra, lo motiva a decidir comerlos en cuanto nacen del vientre de su hermana Rea quien a la vez es su esposa, sólo su sexto hijo sobrevive por la astucia de Rea, al entregarle a su recién alumbrado Zeus a su madre (la madre tierra) y dándole a Cronos una piedra para que la comiera en lugar del nuevo hijo.
Al crecer Zeus pide ser el copero de su padre y le da una sustancia que hace le vomitar la piedra y sus cinco hermanos, llevándolos a una guerra de titanes donde Zeus pasa a ser el dios supremo de la mitología.
Esta mitología cargada de grandes héroes y villanos, tal parece que se ha traído a la actualidad, cuando vemos que modelos políticos que han resurgido como el ave fénix de entre las cenizas, han gobernado nuestros pueblos y los han llevado nuevamente a crisis internas y externas que denotan un mal manejo de los intereses particulares del gobernante.
Enfatizarse con aplicar modelos políticos que han venido fracasando, da como resultado final que estos pueblos dominados por gobiernos erróneos, más temprano que tarde abran sus ojos y se revelen contra el opresor o en su defecto por el mal administrador o despilfarrador llevándolos a dimitir de forma forzosa de su mandato.
En Latinoamérica, el Presidente Ecuatoriano Rafael Correa afirma que el socialismo del siglo XXI en su país tiene características propias y no pretende estatizar totalmente los medios de producción, pero sí darle al estado un rol protagónico, considerando que el capital debe estar al servicio del ser humano y no al revés, y que el mercado debe ser gobernado para que éste no nos gobierne como pueblo.
Igualmente, Evo Morales, presidente de Bolivia ha manifestado públicamente su intencionalidad de construir el Socialismo del siglo XXI, a través de una revolución cultural anticolonial en la coexista la democracia representativa con las formas comunales e indígena de democracia, aceptando la propiedad privada pero controlándola al implementar programas sociales.
No se puede dejar de mencionar a Venezuela, quien desde el año 2005 en el V Foro Social Mundial el presidente de la época Hugo Chávez (hoy fallecido) lo menciona en su discurso haciendo referencia, que está basado en las ideologías de Karl Marx sobre la dinámica social y la lucha de clases.
Este concepto revolucionario ha venido trastocando los linderos de la democracia; una democracia que ha estado sufriendo grandes embates producto de un gobierno macado por altos índices de corrupción en todos sus niveles conceptuales, corrupción que ha sumergido a Venezuela en una crisis progresiva, que ha llegado a sus máximos niveles de tolerancia.
La crisis venezolana no sólo está planteada a nivel económico, va mucho más allá, se ha concebido en crisis de carácter social y de convivencia ciudadana, un país polarizado, dividido, fragmentado en dos bandos, (oficialismo y oposición) donde el SATURNO representado por el gobierno se come a sus hijos representado por el pueblo, negando la posibilidad de crecer en un ambiente sano y condenándolo a morir en su interior hasta ser rescatado.
Para salir de esta ignominia hay que empezar por quién regula al poder, representado en Venezuela por la Asamblea Nacional, si existen personajes que no hagan solo lo que desea el Poder Ejecutivo, sino que lo controlen y hagan prevalecer la Constitución y las Leyes, podremos ver un cambio en la conducción del País, un cambio de discurso y de acciones de quien dirige las arcas de la República.
Pluralizar la Asamblea Nacional, cobra mayor fuerza en virtud de la necesidad de reimpulsar un nuevo sistema de gobierno, sin que ello sea considerado un cambio de gobernante de forma inmediata. Hay que entender que el cambiar los Representantes de la Asamblea Nacional, no conlleva al Cambio del Presidente de la República, pero sí a la forma que éste lo gobierna, generando mayor seguridad jurídica.
La revolución bolivariana, como Saturno se ha venido comiendo a sus hijos, sus mentores y fundadores, el pueblo ya no cree que éste sea el mejor modelo para Venezuela, viendo que ha venido fracasando no sólo en otros países, sino en el nuestro, ha generado hambre, más pobreza y menos poder adquisitivo para el ciudadano de a pie, donde la inflación cualquiera que sea su porcentaje, cada día se siente mayor en la calle.
No es hora de recordar a un líder fallecido, es hora de abrir los ojos y de ver la necesidad diaria, de revivir las carencias y la decadencia en la prestación de bienes y servicios fundamentales y de dominio exclusivo del Gobierno, que han venido en retroceso, producto de una mala administración de los recursos.
Venezuela se ha convertido en un país importador de todo, y ha perdido su majestad de exportador, circunscribiéndonos únicamente a la mediana exportación del petróleo, dejando a un lado la agricultura y la ganadería para sobrevivir solo de la renta petrolera, cuyo recurso más temprano que tarde se agotará.
Es hora de actuar, no de desespero, hay que participar para que el pueblo con la astucia de Rea y la valentía de Zeus retome el poder y vuelva a gobernar y ser gobernado por quien realmente lo haga con esmero.




Ramón E. Roubier C.
Abogado
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Twitter: @AbgRamonRoubier

10/11/2015

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