La Justicia de Dios Prevalece Sobre la Injusticia Humana

La Justicia de Dios Prevalece Sobre la Injusticia Humana

Dios da al Justo los frutos de su Justicia

miércoles, 17 de junio de 2015

Los Corazones que todo lo Guardan.

  
El pasado viernes 12 de junio la iglesia celebró al Corazón de Jesús, una manifestación de vieja data que ha atesorado una gran cantidad de seguidores, debido a su representación y el sufrimiento que el mismo Jesús padeció al momento de morir en la cruz por nuestros pecados.

Un corazón sangrante, que emana de su interior, la bondad, el amor y la dulzura de la entrega total hacia la humanidad, en obediencia al Padre, y en compañía del Espíritu Santo, para así dar paso al misterio más grande de la humanidad, como lo es la Trinidad Santa.

Este hermoso misterio, ha dejado atónitos y sin palabras a muchos, un misterio que ni el más sabio ha podido comprender, como tres personas distintas conforman un solo Dios y cada uno mantiene su divinidad, es este un misterio promovido por la Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana.

Ese corazón traspasado en la cruz hoy día se manifiesta en cada uno de nosotros, en cada persona que sufre, que llora y que siente su vida derrumbarse, este corazón, lleva consigo todas nuestras inquietudes, tristezas y alegrías, todas nuestras penas y esperanzas, todo nuestro dolor y sanación.

Al igual que el hijo, el sábado 13 celebramos al Corazón Inmaculado de María, una advocación mariana plagada de dulzura, que surge con la aparición de la Virgen de Fátima, al manifestar su deseo que el mundo entero fuese consagrado a su Corazón Inmaculado, desde entonces, nace esta advocación que rememora esos momentos que relata el Evangelio donde nos dice que María guardaba todas las cosas en su Corazón.

María es ejemplo de Maternidad, de amor, de dulzura, de paciencia, es mujer sobre toda mujer, escogida entre todas las mujeres para ser la madre del Redentor, para ser la Madre de Jesús, la tercera persona de la Santísima Trinidad.

Los dos corazones que la semana pasada celebramos, tienen algo en común, han sufrido, y llorado por nuestra culpa y para nuestra salvación, los dos corazones son ejemplo de infinita virtud, que emanan bendiciones a granel, abundante Gracia y majestuosidad.

María es digna de Adoración, pero esta va dedicada solo a la Trinidad Santa, a María solo le rendimos Veneración, somos obedientes al Primer Mandamiento que nos ordena dar Adoración solo a Dios y nuestra Madre María la veneramos, valoramos y respetamos por sobre todos los seres vivos.

Dios y la Virgen nos Bendiga por siempre y nos colmen de abundante Gracia a todas nuestras familias. Amén!.

Ramón E. Roubier C.
Abogado
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Email: rroubier@gmail.com
Blog: abogadoramonroubier.blogspot.com
Twitter: @AbgRamonRoubier
17/06/2015


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