La sensación
de inseguridad, que se vive a diario está marcada por la polarización, el
desenfreno, la envidia y la necesidad de obtener mejores bienes, sin importar
la forma de procedencia; forma esta que a todas luces se visualiza, proveniente
de hechos delictivos aislados o conexos entre sí.
En otras
palabras, el pueblo venezolano, vive a diario una zozobra delincuencial, los
niveles de inseguridad ciudadana, personal y de los bienes, cada día va en
aumento aun cuando tenemos un País altamente militarizado en sus diversas
instituciones públicas, pero ello pareciera que ha generado estadísticas de una
localidad en tiempos de guerra.
La cantidad de
personas fallecidas producto de homicidios con armas de fuego, en este
territorio patrio que en la actualidad no se encuentra en ningún conflicto
bélico con otras latitudes, generalmente está por encima de las 100 víctimas semanales,
hablamos entonces de casi 400 personas fallecidas al mes solo en la ciudad de
Caracas sin contar los fallecidos en el interior del País.
Con estas
cifras, podemos hablar de un País en guerra continua, pero una guerra interna,
donde estamos enfrentados diariamente vecinos contra vecinos y ciudadanos
contra ciudadanos, no por gusto, sino porque los grandes estudiosos militares
de Venezuela en vez de dedicarse a erradicar el flagelo de la inseguridad, están
centrados en obtener mayores ingresos provenientes
de actividades nada conexas con su profesión militar, siendo que si se
dedicaran a unir esfuerzos y conocimiento con una sincera voluntad política y
personal, la colección de ministros en materia de seguridad sería menor y los
venezolanos pudiéramos vivir seguros, como lo hacían nuestros padres y abuelos
en tiempos de la Dictadura de Pérez Jiménez con la Seguridad Nacional.
No es extraño
escuchar en la calle los comentarios de la gente, afirmando que han sido
víctima de la delincuencia, por ello hoy 8 de cada 10 Venezolanos ha sido
víctima personalmente de un robo o hurto de sus bienes, haciendo de Venezuela
uno de los Países más Violentos e inseguros de Latinoamérica, situación está
que es por mas vergonzosa y denigrante para sus conciudadanos ya que somos
vistos no con respeto, sino más bien con
temor a ser visitados y promovidos como destino turístico por los altos índices
de violencia, el cual ya se ha trasladado al seno familiar.
Venezuela
necesita de funcionarios policiales y militares honestos, honrados y probos que
presten sus servicios con sinceridad, humildad y sobretodo con respeto, respeto
a sus semejantes y a las leyes de la República, sin corrupción, amiguismo o
soborno como lamentablemente buena parte de nuestros funcionarios están acostumbrados
a vivir y trabajar en sus cuerpos de seguridad.
Nos hemos encontrado
que muchos de estos funcionarios que deberían ser honestos, están incursos en
hechos delictivos bañados de sangre y de lágrimas de inocentes, funcionarios
estos que son vistos con ira y desprecio y pierden su dignidad y respeto ante
el ciudadano común, producto de sus malas acciones. Ya está bueno de esta
situación, ya que, quienes deberían protegernos, hoy nos atacan y en muchos
casos quienes nos hacen daño son los mismos uniformados.
La conciencia
no se hace, debe nacer de cada uno y para cada uno de nosotros.
Ramón E. Roubier C.
Abogado
Pin: 2A5DF16E
Email:
rroubier@gmail.com
Blog:
abogadoramonroubier.blogspot.com
Twitter:
@AbgRamonRoubier
01/06/2015
No hay comentarios.:
Publicar un comentario