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| Foto Referencial. Dr. José Fuentes y la Dra. Ariday Roubier |
Esta situación
me puso a pensar, y entendí que quien está hospitalizado no es solo el esposo
de una ciudadana, sino que, quien está hospitalizado es nuestro País, es mi
Patria, es mi Venezuela que está enferma, sufrida, adolorida y llena de
resentimiento, rabia y muchas emociones encontradas, no solo por culpa de nuestros
gobernantes, sino por culpa de sus ciudadanos.
En la
actualidad un Médico venezolano que labora en el sistema público de salud, no
goza ni siquiera de un salario mínimo, pero no conforme con ello no cuentan con
los insumos necesarios para atender sus pacientes, es decir que en nuestros
hospitales, no hay equipos modernos, medicamentos, insumos básicos que permitan
brindar una atención digna y adecuada al
paciente venezolano.
El organismo
competente, no solo debe reconocer los problemas en materia de salud, sino que
debe buscar los mecanismos necesarios para solventarlos, para asignar un
salario justo al médico venezolano, proveerlos de equipos con tecnología de
punta, dotar los centros hospitalarios de todo aquello que sea necesario para
prestar una atención óptima a quien llegue a solicitar los servicios.
Un alto
porcentaje de nuestros profesionales de la salud, han emigrado a otras
fronteras en busca de mejorar su estilo y calidad de vida, no solo en la parte
económica, sino en lo académico y profesional, en virtud de que existen pocas
oportunidades en nuestro País que permitan al Galeno, crecer en conocimientos y
en ingresos económicos dentro de nuestra Venezuela.
Ya es hora de
darle a cada quien lo que realmente se merece, un País jamás puede salir
adelante y sanar sus heridas, si no tenemos buenos profesionales venezolanos en
materia de salud, que tengan salarios dignos y oportunidades en igualdad de
condiciones, no puede curarse un sociedad, si no ponemos a nuestros médicos venezolanos
de primero, antes que a presuntos
profesionales extranjeros, cuyos ingresos son superiores que los de nuestros
profesionales venezolanos, no puede haber una salud digna, mientras sigan dando
grandes aportes a otros países, mientras que al nuestro solo le den migajas y
el pueblo tenga que recorrer establecimientos para abastecerse de insumos y medicamentos.
Venezuela
necesita ser sanada, desde su interior, borrar las rencillas, el odio, la rabia,
el egoísmo y esas emociones encontradas, para volver a ser esos venezolanos
solidarios, amorosos, honestos y honrados que éramos antes de que se nos implantara el llamado socialismo
del siglo XXI.
Ramón E. Roubier C.
Abogado
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Blog:
abogadoramonroubier.blogspot.com
Twitter:
@AbgRamonRoubier
26/05/2015
